DE VUELTA AL CUENTO
.
Para sobrevivir, para continuar viviendo invocamos de nuevo tu poder, oh señora, oh tú, esclava Scherezade!
– No te duermas, Ayeh, no te duermas ¡Ni se te ocurra cerrar los ojos! Un esfuerzo ¡Haz un esfuerzo! Si te portas bien y haces lo que te digo, te contaré una antiquísima tradición de mi aldea. Pero esta vez, hazme caso, ¡Resiste al cansancio, y no te duermas!
Comentarios de los lectores